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La herejía de Kepler

Kepler, que figura tan más importante en la ciencia, matemático, astrónomo, desvelador de las leyes ayudaron a comprender el universo.

Solo que había un pequeño problema, Kepler al descubrir esas leyes se enfrento al cuestionamiento de dios y todo lo que implicaba en aquellos años, ósea algo que podía costarte la vida, la reputación a ti, a tus hijos y a los hijos de tus hijos.

No es que Kepler negara literalmente a dios, pues creía que la geometría era uno de los reflejos de la mente de dios; un pensamiento muy extendido en la época.

¿Entonces porque tanto revuelo?

Bueno en aquella época era difícil cuestionar a la iglesia, todo empezó con su esqueleto del universo a base de poliedros regulares, y la imposibilidad geométrica del Heptágono, luego vino su idea de orbitas elípticas, algo fundamental para el entendimiento del universo, y con las ideas de que dios expresaba su lenguaje a través de la geometría, era impensable que fuera una elipse y no un círculo perfecto.

Fue en filipinas del otro lado del mundo donde un misionero dominico se puso a estudiar las obras de Kepler, señalándolo de hereje por primera vez, y que la opinión del heptágono cuestionaba al creador.

Como respuesta a las idea y obras desarrolladas por Kepler, Fray Ignacio Muñoz Pinciano escribió el manifiesto geométrico en el que se describe un método del trazado del Heptágono, básicamente el fraile le dijo a Kepler, que su idea no solo estaba equivocada, sino que era una herejía.

Según el fraile dicho heptágono se podía conseguir a través de un triangulo isósceles, refutando a Kepler, o eso creía el, lo importante aquí es que el dominico terminaba su obra de refutación con la noticia de denuncia a la santa inquisición sobre Kepler y su obra.

Fray Ignacio sostenía que la obra de Kepler, condiciona a pensar que la Sabiduría eterna de dios no era suficiente para concebir la figura del heptágono, y por ende no tenía cognoscibilidad científica, basándose en los principios de las escuela metafísicas, donde lo que no tiene entidad, ni esencia, ni condiciones, ni prioridades, no puede existir.

Básicamente el manifiesto geométrico de Fray Ignacio era una apología contra la incognoscidad del heptágono por ser una figura infinita, y este es el punto en el que a Kepler se le consideraba un hereje, pues el Genesis habla de que la creación es finita, los seis famosos días y el séptimo de descanso, entre todos estos acontecimientos surgieron las tres leyes de Kepler, que lo revelaron como el mejor astrónomo de su época, pero el peso de la inquisición siempre estuvo presente.

Afortunadme las acusaciones de hereje no le costaron la vida a Kepler, como en algunas ocasiones solía pasar, murió a la edad de 58 años a raíz de una fiebre, en Baviera.