Durante la semana pasada, se intentó lanzar el Artemis I dos veces en los dos, falló, pues en ambos intentos se presentaron problemas en el combustible, errores en los motores y un mal clima, y aunque en el segundo los controladores hicieron todo por arreglarlo, no funciono, la NASA tampoco dio una nueva fecha de lanzamiento.
El primer intento de lanzamiento se hizo el lunes 29 de agosto, pero los motores de la etapa central de despegue no estaban en la temperatura de funcionamiento adecuada, posteriormente aseguraron que un sensor estaba dando lecturas inexactas, y que estaban en perfectas condiciones para volar.
El segundo lanzamiento se llevó a cabo el sábado 3 de septiembre, la expectativa se respiraba en el aire, todo los esperaban, pero se cancelo debido a una fuga de combustible, y se intento todo para tratar de repararlo antes del despegue, lo cual no sucedió.
Los ingenieros quieren revisar el cohete, y para ello el cohete tendrá que ser trasladado al área de ensamblado, esto genera un retraso de varias semanas en el proyecto, y también es un indicador de que no habrá lanzamiento por lo menos en hasta mediados de octubre.
Si Bien la fuga del SLS puede arreglarse en la plataforma de lanzamiento, la complejidad radica en unas baterías, del sistema de terminación, estas baterías son las encargadas de destruir el cohete en caso de un lanzamiento errático y así evitar una tragedia, por lo que el Artemis I requerirá una recertificación más allá de esta próxima semana, y esto sólo puede hacerse en el taller.
El SLS es el cohete más potente jamás desarrollado por la NASA, y cuenta con casi tres millones de litros de hidrogeno y oxigeno líquidos, una falla en esta área podría ser catastrófica, y aunque la misión Artemis I no lleva tripulación, es una prueba clave para mandar vuelos tripulados, la NASA expreso firmemente que su cuidado, mantenimiento y seguridad es prioritario.
Por lo que ahora se debe esperar un poco para tener un despegue seguro, recordemos que el SLS es el cohete más potente hasta la fecha y por lo tanto se sabe que el despegue será un gran espectáculo, muy acorde al regreso de la humanidad a la Luna, pero con una tecnología radicalmente diferente a la del Saturno V de Apolo, y los transbordadores espaciales, cuando se haga el despegue se espera a que marque un antes y un después en la exploración espacial.