Para ser comprometido con la ciencia se necesita mucha fuerza de voluntad, a veces puede que no seas reconocido en tu país, y en otro si, o puedes ser reconocido en ambos o en ninguno, pero eso no demerita la labor, y no podemos negar que en cualquier lado que reconozcan tus logros te da motivación para avanzar más aún.
Hoy hablaremos de Yuliana Bedolla, una científica que ha sido premiada en Londres por proteger unas aves nocturnas en unas islas del pacífico, Yulia inicio su carrera bajo el agua, ósea estudiando corales y el mundo submarino, pero en algún punto de su historia, dio un giro a las aves. Fue precisamente cuando el miércoles 26 de abril de este año, recibió el premio de la fundación Whitley para la Naturaleza.
Esta fundación da el premio cada año a conservacionistas inspiradores, combinado la ciencia, la innovación y el trabajo en conjunto con comunidades locales. Yulia es la única latinoamericana en ganar este premio, hasta la fecha, la razón fue por proteger de mamíferos invasores a colonias de anidación de aves marinas nocturnas.
Dichas islas son ecosistemas frágiles por su aislamiento, además de ser piezas claves en para un tercio de las aves marinas en el mundo ya que en ellas descansan y anidan.
Las islas del pacifico que se encuentran frente a la península de Baja California, son sitios de anidación indispensables para 23 especies marinas, 11 de ellas son de hábitos nocturnos, en temporada de anidación.
Hay dos especies de aves como las pardelas y el petrel, las primeras anidan y solo regresan en la noche, con el fin de evitar depredadores, pues es más seguro para su única cría, además de no hacer una migración muy lejana, por su parte el petrel negro puede migrar al golfo de Tehuantepec, a Centroamérica hasta llegar a las costas del Perú o Ecuador.
Las islas como Natividad y san Benito Oeste son el hogar de un millón de especies de aves marinas nocturnas. A tal grado de que el 90% de la población mundial de pardela mexicana vive en dichas islas.
Estas cavan túneles que a veces pueden ser de hasta uno o tres metros, ahí dentro se encuentran varios nidos, o entre las rocas lugares poco accesibles para mantener seguras a las crías, durante un tiempo roedores invadieron las islas poniendo en riesgo a la fauna autóctona, pero Afortunadamente después de 600,000 dólares y siete años las islas se encuentran a salvo de especies invasoras, que fueron introducidas accidentalmente por los humanos.
Bedolla hace énfasis que debemos tener cuidado al visitar lugares de dicha índole, pues nuestra intrusión puede significar un cambio drástico dentro del equilibrio ecológico de dichos biomas.
Como ya adelantamos al inicio, estas acciones fueron le valieron el premio a los “los conservacionistas inspiradores”, sin lugar a duda un trabajo admirable, y aunque aun existen riesgos para las islas, y falta mucho por hacer con más lugares y especies, si todos ponemos de nuestra parte y nos mantenemos vigilantes, cada uno podrá ayudar a mantener la flora y la fauna de nuestro hogar. ¿Y tú estarías dispuesto a ayudar a conservar alguna especie en peligro de extinción por donde vives?